La tasa de desocupación se mantuvo sin cambios, en 2.7 por ciento de la población económicamente activa, el ajuste se dio al interior del empleo, con menos plazas y mayor precariedad.#NACIONAL | En noviembre de 2025, la población ocupada de México se ubicó en 59.8 millones de personas, lo que representó 163 mil empleos menos respecto al mismo mes de 2024, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del Inegi.
Aunque la tasa de desocupación se mantuvo sin cambios en 2.7 por ciento de la población económicamente activa, el ajuste se dio al interior del empleo, con menos plazas y mayor precariedad laboral.
La caída anual del empleo se concentró en sectores clave para el consumo y los servicios. Las actividades de servicios sociales, restaurantes y servicios de alojamiento, así como la industria manufacturera, registraron en conjunto la pérdida de más de 660 mil puestos de trabajo en un año, reflejo de una desaceleración en ramas intensivas en mano de obra.
En contraste, algunos sectores mostraron creación de empleo. El mayor aumento se observó en gobierno y organismos internacionales, con 324 mil personas más ocupadas, seguido por transportes, comunicaciones, correo y almacenamiento, que sumó 190 mil empleos en el mismo periodo.
Estos incrementos, sin embargo, no compensaron la caída registrada en otras actividades.
La tasa de desocupación nacional se mantuvo en 2.7 por ciento, nivel similar al de noviembre de 2024. En términos absolutos, la población desocupada fue de 1.6 millones de personas, lo que implicó un aumento anual de 11 mil.
No obstante, el informe mostró una menor participación en el mercado laboral. La población económicamente activa sumó 61.5 millones de personas, con una tasa de participación de 59 por ciento, por debajo del 60 por ciento observado un año antes.
Esto indica que una parte de la población en edad de trabajar dejó de buscar empleo o se mantuvo al margen del mercado laboral.
Las brechas por sexo persistieron. En noviembre, la tasa de desocupación fue de 2.9 por ciento en mujeres y de 2.5 por ciento en hombres, mientras que la participación económica femenina se ubicó en 45.1 porciento, muy por debajo del 74.6 porciento registrado en los hombres, ambos niveles inferiores a los de 2024.
En noviembre de 2025, 32.8 millones de personas trabajaron en condiciones informales, lo que representó 54.8 por ciento de la población ocupada, un nivel ligeramente superior al del año previo.
Dentro de esta cifra, 17.5 millones de personas se desempeñaron en el sector informal, equivalente a 29.3 por ciento del total de ocupados, lo que refleja la limitada generación de empleos con acceso a seguridad social y prestaciones.
La tasa de condiciones críticas de ocupación —que considera a quienes perciben ingresos bajos o trabajan jornadas excesivas— se elevó a 37.5 por ciento, un aumento anual de tres puntos porcentuales, pese a la reducción de la subocupación.
En noviembre, las personas subocupadas sumaron 4.3 millones, lo que representó 7.2 porciento de la población ocupada, alrededor de un millón menos que un año antes. La caída de este indicador, sin embargo, no se tradujo en mejores condiciones laborales, sino en un mayor peso del empleo informal y precario.
Por sectores, los servicios concentraron 44.2 por ciento de la población ocupada; el comercio 19.7 por ciento; la industria manufacturera 16.2 por ciento; las actividades agropecuarias 10.4 por ciento; y la construcción 7.9 por ciento.