«Las extrañas maravillosas», una reflexión teatral sobre el feminicidio

La obra «Extrañas maravillosas» busca tratar uno de los grandes temas de la actualidad con el mayor respeto: El feminicidio.

Cinco mujeres conviven en un taller de elaboración de piñatas, su jornada laboral transcurre entre problemas que resolver, chismes, canciones y sueños… sueños de viaje, sueños de futuro, sueños de vida, deseos. De pronto, tras la llegada de una periodista curiosa por conocer lo qué pasa ahí, vemos entrar una nueva pieza de esa colección de esculturas que rememoran a las mujeres desaparecidas, a las muertas de Juárez. Con letras de sangre un autor anónimo firma su obra con la complicidad de una casera que conduce y tolera la existencia de esa “instalación plástica”.

Se trata de la obra de teatro «Extrañas maravillosas», que en su corta temporada busca tratar uno de los grandes temas de la actualidad con el mayor respeto: El feminicidio. En Voz de su director, Manuel Acosta, lo que buscan como compañía, es tocar esas fibras que nos conmueven profundamente y que son parte de nuestros días. “No podemos eludir el tema, desafortunadamente es muy vigente”.

“Queremos que el público tenga un momento de reflexión de todo lo que está sucediendo. Desde nuestra trinchera, que es el teatro. También lo hacemos a manera de denuncia”.

Un texto retador

Acosta comparte a El Economista que descubrió el texto en una muestra de teatro en Los Mochis, Sinaloa, “ahí encontré que el autor, Ramón Perea Rubio, utiliza la comedia, luego la tragedia, pero sin abandonar el tema principal, que es el feminicidio, específicamente con el caso de las muertas de Juárez”.

Ahora este texto en manos de Acosta, fue trasladado a lo cotidiano, a lo común, a espacios que cualquiera de nosotros habita, “donde las mujeres juegan, platican, se divierten, pero de pronto, hay recuerdos de que algo sucedió, que está ahí y que las une de alguna manera, se trata del mismo agresor”.

El director de la puesta en escena comparte que el reto principal es tratar al feminicidio con el mayor de los cuidados, “como hombre me costó trabajo, pero como sociedad es algo que nos compete a todos, siendo el género que sea”. Por ello Acosta se dio a la tarea de hacer una profunda investigación, con documentales, textos, miniseries, todo sobre el tema para poderlo abordar desde la condición de varón. Luego sus colegas actrices lo cobijaron y lo demás fue mucho más sencillo, “me dejé llevar por la energía femenina, tratando de no caer en los prejuicios”.

Agrega que el reparto tiene algo en común, las siete actrices son de Colima, esta es una gran oportunidad porque ser de provincia hace mucho más complicado un espacio para traer proyectos y recibir apoyos. “Por eso fui convocando a mis compañeras actrices, hasta que se logró un elenco único, con todo lo que se necesita para proyectar lo que esta obra tiene para el público”.

Por último, como compañía independiente y foránea, dijo que es difícil encontrar los espacios, pero gracias a una convocatoria lanzada por Teatro La Capilla, es que se consiguió un espacio para presentarse, “ahora que lo tenemos, no queda más que invitar al público a asistir y que disfrute de toda esta producción (…) Hoy estamos arriesgando, pues si esperamos a que toque o nos llamen, quién sabe cuándo va a suceder, por eso buscamos concretar este proyecto, que es complicado, pero después de tocar puertas, hoy se logró ¡Los invitamos a que vengan a teatro!”