“Hazlo por su bien, superando la vergüenza y encontrando el verdadero valor, que no es hablar mal de él a sus espaldas, sino decirle las cosas a la cara con mansedumbre y amabilidad”, instó el Papa Francisco.
En los momentos donde dudemos si “no es suficiente” o temamos que el otro no lo entienda, el Papa Francisco animó a pedir ayuda.
“Pero, ¡cuidado! —advirtió—, ¡No la del grupito que chismea! Jesús dice: ‘Toma contigo una o dos personas’, refiriéndose a personas que realmente quieran ayudar a ese hermano o hermana que ha errado”.